Alimentación si Tienes Hashimoto
La tiroiditis de Hashimoto también conocida como enfermedad de Hashimoto, es uno de los trastornos de la tiroides más comunes en todo el mundo. La tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune y se produce cuando la glándula tiroides se inflama y detiene la producción de hormonas esenciales.
Los cambios en la dieta y el estilo de vida pueden disminuir significativamente los niveles de anticuerpos, mejorar la función tiroidea y reducir los síntomas causados por la tiroiditis de Hashimoto, numerosas personas descubren que sus síntomas persisten incluso con medicación, por lo que cambiar hábitos alimenticios hará que la enfermedad se pueda llevar de una mejor forma. Las investigaciones científicas sugieren que la inflamación puede ser un factor determinante detrás de la amplia gama de síntomas de Hashimoto, la inflamación suele estar directamente ligada con la alimentación.
¿Como debe de ser nuestra alimentación si tenemos enfermedad de Hashimoto?
- Libre de gluten y cereales:
En un estudio de 6 meses en 34 mujeres con tiroiditis de Hashimoto, aplicaron una dieta sin gluten y el resultado fue una disminución de los niveles de anticuerpos tiroideos al tiempo que mejoraba la función tiroidea y los niveles de vitamina D, en comparación con un grupo que si consumía gluten.
La dieta libre de gluten elimina todos los alimentos que contengan trigo, cebada, centeno y avena, como la mayoría de las pastas, panes, salsas y salsas de soja, aunque hoy en día encontramos en el mercado alternativas libres de gluten.
Una dieta sin cereales es más restrictiva que una dieta sin gluten, ya que prohíbe todos los cereales. Aunque este cambio en la dieta también puede ofrecer beneficios, la investigación que lo respalda es limitada.
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Libre de azúcar:
Disminuir el consumo de azúcar en la alimentación cuando tenemos Hashimoto, puede traer muchos beneficios, además que el consumo excesivo de azúcar puede aumentar la inflamación, provocar ataques tiroideos autoinmunes, desequilibrar el azúcar en la sangre, crear disfunción en la salud intestinal y crear deficiencias y excesos hormonales.
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Libre de lácteos:
La intolerancia a la lactosa es muy común entre las personas con tiroiditis de Hashimoto. Cuando estos pacientes tienen un alto consumo de lácteos, puede provocar inflamación, diarrea y reflujo acido, por lo que una alimentación baja en lácteos podría ayudarles a disminuir los síntomas. Se puede cambiar la leche de vaca por leche de almendras o leche de soya, pero tenga en cuenta que es posible que esta estrategia no funcione para todos, ya que algunas personas con Hashimoto toleran perfectamente bien los lácteos.
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Dieta Paleo:
La dieta paleo consiste en imitar los patrones alimenticios de nuestros primeros ancestros con énfasis en alimentos integrales y no procesados. La Dieta Paleo tiene como objetivo eliminar alimentos potencialmente dañinos como cereales, lácteos, azúcar agregada, café, legumbres, huevos, alcohol, nueces, semillas, azúcares refinados, aceites y aditivos alimentarios. Aunque estos resultados son prometedores, se necesitan estudios más amplios y de mayor duración.
Tenga en cuenta que esta dieta, es una dieta de eliminación gradual y debe ser prescrita y supervisada por un profesional de la salud con experiencia.
¿Qué nutrientes debo incluir si tengo Hashimoto?
Las investigaciones sugieren que ciertos nutrientes también desempeñan un papel fundamental en la tiroiditis de Hashimoto, tales como vitamina D y Selenio, y se ha encontrado una importante deficiencia de estos nutrientes en pacientes con esta enfermedad.
Vitamina D
Cualquier persona diagnosticada con tiroiditis de Hashimoto debe asegurarse de hacerse pruebas de sus niveles de vitamina D. La vitamina D puede producirse en el cuerpo durante la exposición al sol o consumirse a través de alimentos o suplementos.
Dentro de las principales fuentes se encuentran: aceite de hígado de bacalao, pez espada, salmón, atún, jugo de naranja fortificado leche enriquecida, sardinas, hongos.
- Selenio
La mayor cantidad de selenio que se encuentra en el cuerpo se almacena en la glándula tiroides. Varios estudios han demostrado que la suplementación con selenio puede ser beneficiosa para las personas con disfunción tiroidea.
Las mejores fuentes alimenticias de selenio son: nueces de Brasil, atún, ostras, sardinas, langosta, hígado, semillas de girasol y huevos.
Principales suplementos para Hashimoto
Varios suplementos pueden ayudar a reducir la inflamación y los anticuerpos tiroideos en personas con tiroiditis de Hashimoto.
- Selenio
Los estudios muestran que tomar 200 mcg de selenio por día puede ayudar a reducir los anticuerpos antitiroideos y mejorar el bienestar en personas con tiroiditis de Hashimoto.
- Zinc
El zinc es esencial para la función tiroidea. Las investigaciones sugieren que cuando se usa solo o junto con selenio, tomar 30 mg de zinc por día puede mejorar la función tiroidea en personas con hipotiroidismo.
- Cúrcuma
Estudios en animales y humanos han demostrado que este poderoso compuesto antiinflamatorio y antioxidante puede proteger la tiroides. Además, puede ayudar a tratar enfermedades autoinmunes en general.
- Vitaminas del complejo B.
Las personas con tiroiditis de Hashimoto también tienden a tener niveles bajos de vitamina B12. Tomar un suplemento de vitaminas del complejo B de alta calidad aumenta los niveles de B12 y otras vitaminas B importantes.
- Magnesio
Los niveles bajos de este mineral se asocian con un mayor riesgo de tiroiditis de Hashimoto y niveles más altos de anticuerpos tiroideos. Además, corregir las deficiencias de magnesio puede mejorar los síntomas en personas con enfermedad de la tiroides.
- Hierro
Las personas con tiroiditis de Hashimoto tienen más probabilidades de desarrollar anemia. Es posible que se necesiten suplementos de hierro para corregir la deficiencia.
Cambios en el estilo de vida
Los cambios en la rutina diaria pueden ayudar con los síntomas de Hashimoto, dormir lo suficiente, reducir el estrés y practicar el cuidado personal son extremadamente importantes para quienes padecen la enfermedad, las prácticas de reducción del estrés ayudó a reducir la depresión y la ansiedad según un estudio realizado, mejorando la calidad de vida en general y reduciendo los anticuerpos tiroideos.
El descanso también es importante cuando el cuerpo se siente fatigado y seguir la medicación al pie de la letra, siempre es mejor tomar los medicamentos para la tiroides con el estómago vacío al menos 30 a 60 minutos antes del desayuno o al menos 3 a 4 horas después de la cena para una máxima absorción, Incluso el café y ciertos suplementos dietéticos interfieren con la absorción de los medicamentos para la tiroides, por lo que es mejor no consumir nada más que agua durante al menos 30 minutos después de tomar el medicamento.
En conclusión, la tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune que afecta a la tiroides, provocando síntomas que incluso pueden persistir con medicación. Las investigaciones nos muestran que los cambios en la dieta y el estilo de vida pueden mejor considerablemente los síntomas del Hashimoto, sin embargo, cada persona con esta enfermedad es diferente, por lo que es fundamental encontrar un patrón dietético que se adapte a las necesidades individuales según la recomendación profesional.
Dra. Silvia Umaña, Nutricionista CNC
Teléfonos: 2228-2600 / 2225-4700
citas@cncsalud.com
Referencias:
https://www.baptisthealth.com/blog/family-health/hashimoto-s-thyroiditis-diet-best-worst-food-list
https://www.healthline.com/nutrition/hashimoto-diet#supplements
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9101513/
Etiquetas: alimentacion, dieta, hashimoto, salud, tiroide