Autismo y Dieta Antihistamínica
El trastorno del espectro autista (TEA) abarca una serie de condiciones que puede llegar a dificultar aspectos sociales, de comportamiento y comunicación. Existen subtipos, síntomas y características que pueden verse modificados por factores tanto genéticos como ambientales.
Aunque entendemos cada vez más el autismo, la investigación continúa. Cada día adquirimos una comprensión más profunda del trastorno y las opciones de tratamiento. Hay muchos factores que pueden influir en el desarrollo, los síntomas (como hiperactividad impulsividad y falta de atención) y el tratamiento del autismo, incluidos los genéticos, los antecedentes familiares, otras afecciones de salud mental o conductuales, otros problemas médicos, factores ambientales, nutrición y factores de estilo de vida.
Existen ciertas sustancias que pueden potenciar las causas, síntomas y nos pueden ayudar a mejorar las estrategias de tratamiento para el autismo. La intolerancia a la histamina y el síndrome de activación de mastocitos (MCAS) puede desencadenar una serie de reacciones a lo largo del cuerpo, como es un ejemplo del MCAS es la inflamación de cerebro, potenciando síntomas tales como memoria, concentración, insomnio, cefaleas migrañosas como no migrañosas, hasta ansiedad.
Los mastocitos son glóbulos blancos que se encuentran en los tejidos conectivos (tracto digestivo, respiratorio, urinario, la piel, entre otros). Son los encargados de almacenar histamina y otros mediadores inflamatorios, cuando el cuerpo se encuentra expuestos a agentes externos (alergenos, patógenos o microbios) se producirá una respuesta inmune que libera la histamina.
Cuando hablamos de la conexión entre los mastocitos y el autismo, tenemos que hablar de la barrera hematoencefálica, es un borde semipermeable de las células endoteliales. Evita que las sustancias tóxicas de la sangre pasen al cerebro y al sistema nervioso. Existe una conexión entre la barrera hematoencefálica y el intestino. Los mastocitos se encuentran en grandes concentraciones en la barrera hematoencefálica, desempeñando un papel en la protección del cerebro de toxinas y patógenos. También los mastocitos son responsables de regular la entrada de moléculas en el cerebro que activan la microglía (son responsables de limpiar las neuronas dañadas y las infecciones), el aumento de los niveles tiende a ir acompañado de inflamación cerebral (en caso de pacientes con autismo se da una activación micro glial excesiva).
Cuando los mastocitos se activan produciendo mayor inflamación produciendo problemas neuro inmunes y síntomas de autismo, pese a que no se tenga la condición.
Por otra parte, las alergias, el estrés y algunos factores ambientales pueden desencadenar la activación de los mastocitos, aumentando así la inflamación y disminuir la eficiencia de la barrera intestino-sangre-cerebro en el TEA. De igual manera el estrés y diversos factores ambientales pueden activar los mastocitos y desencadenar la microglía, haciendo más sensible la respuesta al miedo, ansiedad y comportamiento obsesivo. También a mayor activación de los mastocitos puede aumentar el riesgo de inflamación intestinal y síndrome del intestino permeable.
También se debe de tener en cuenta la función de la histamina, la cual es una sustancia química producida por el cuerpo, ya que es una respuesta inmune natural para deshacerse de los alérgenos, se debe de tener en cuenta que favorece la digestión al liberar ácido clorhídrico a nivel gastrointestinal y también cumple la función de mensajero químico a nivel cerebral. Factores que se deben de tener en cuenta para determinar intolerancia a la histamina: dolores de cabeza y migrañas, fatiga, congestión y secreción nasal, urticaria, erupciones cutáneas, eccema, psoriasis y otros síntomas cutáneos, asma, sensación de hormigueo en la piel o el cuero cabelludo, diarrea, problemas gastrointestinales, hipo o hipertensión, taquicardia, mareos o vértigo, amenorrea, insomnio, pérdida de memoria, picos emocionales, ataques de pánico son los más frecuentes. Por lo que los niveles normales de histamina a nivel de cerebro nos ayudan a mejorar ciclo del sueño, respuesta al estrés, percepción del dolor, saciedad, conductas alimentarias.
Recomendaciones nutricionales para llevar una dieta baja en histamina:
- Evitar alimentos que contengan azúcar refinada, gluten, productos lácteos, alimentos ultra procesados y comida rápida.
- Aumentar el consumo de alimentos altos en fibra, vegetales, frutas. También alimentos de origen animal como pollo, huevos, carne de vaca y pescado fresco.
- Eliminar alimentos ricos en histaminas, tales como aguacates, berenjenas, espinacas, frutos secos, etc.
- Eliminar los alimentos con histamina de uno a 3 meses.
- Una dieta rica en hierro, folatos, vitamina B6 y B12 nos ayuda a prevenir síntomas de TDAH. Ya que es fundamental para el suministro de neurotransmisores.
- Evitar el desequilibrio del microbioma intestinal, los niveles bajos de zinc, magnesio, vitamina B3 y vitamina C, y la mala proporción de zinc a cobre también se relacionan con síntomas del TDAH.
- Vitamina B: hojas verdes, huevos, mariscos frescos, hígado, carne de res, cerdo y pollo.
- Vitamina C: como guayabas, kiwi, brócoli y pimiento morrón, alimentos ricos en magnesio, como espinacas, semillas de cáñamo, semillas de chía, semillas de calabaza, nueces de Brasil y hojas de remolacha.
- Zinc: espinacas, semillas de sésamo, semillas de calabaza y carne.
- La disminución de benzoato de sodio y colorantes artificiales disminuye la hiperactividad en niños.
- Eliminar alimentos fermentados, kombucha, kefir. Alimentos con proceso de añejamiento (embutidos o carnes procesadas, pescados enlatados). Frutas y vegetales que han superado su proceso de madurez.
- Suplementación con HistoRelief: brinda un equilibrio en la respuesta inmune.
- Reducir el estrés y mejorar el sueño ya que pueden aumentar el riesgo de intolerancia a la histamina, inflamación crónica y síntomas.
- Realizar actividad física, ya que la inactividad puede propiciar una inflamación crónica por ende a nivel corporal aumenta la sensibilidad a la histamina.
- Suplementación con Omega 3 y consumo de alimentos como pescado fresco, semillas de cáñamo, semillas de chía y semillas de lino.
Recuerde que en CNC estamos para apoyarle en su proceso de salud, y por medio de una guía personalizada y ajustada a su realidad, podemos ayudarle a mejorar su calidad de vida. Por lo que si conoce a alguna persona con TEA o es parte del espectro autista, le recomendamos consultar para valorar la necesidad de un plan bajo en histamina y brindarle un plan y menú adecuados.
Karla Sandí, Nutricionista
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