Uso de omega 3 en el tratamiento de Hígado Graso
La Enfermedad del Hígado Graso No Alcohólico se caracteriza por una mayor acumulación de grasa hepática en individuos que no consumen alcohol en exceso y representa un espectro de enfermedad que va desde la esteatosis «simple» hasta la esteatohepatitis no alcohólica, que solo se puede distinguir mediante ultrasonido. La esteatohepatitis no alcohólica, el componente inflamatorio, predispone a la fibrosis hepática, cirrosis y posterior enfermedad hepática terminal y carcinoma hepatocelular. Este se asocia de forma independiente con la enfermedad cardíaca coronaria, la resistencia a la insulina.
Actualmente, el tratamiento principal es la pérdida de peso mediante una terapia de estilo de vida que incluye dieta y ejercicio. Se ha demostrado que la pérdida de peso mejora las enzimas hepáticas, y mejora la grasa hepática. También se pueden lograr reducciones importantes de peso y las consiguientes mejoras en la patología hepática mediante cirugía bariátrica, pero esto no es factible para la gran cantidad de pacientes que presentan esta enfermedad. De manera similar, la farmacoterapia, que incluye sensibilizadores a la insulina, hipolipidémicos y vitamina E.
En los últimos años, los ácidos grasos omega-3, especialmente el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), han sido objeto de numerosos estudios debido a sus posibles beneficios en el tratamiento. A continuación, se presentan los hallazgos más recientes respaldados por la evidencia científica.
Beneficios respaldados por la evidencia
- Mejora de los marcadores hepáticos:
Diversos estudios han demostrado que la suplementación con omega-3 puede reducir significativamente los niveles de enzimas hepáticas como la alanina aminotransferasa (ALT) y la aspartato aminotransferasa (AST), que son indicadores de daño hepático.
- Inducción de la oxidación de ácidos grasos:
Estudios han demostrado, que el omega 3 puede mejorar la resistencia a la insulina, e inducir a una mayor oxidación de ácidos grasos (pérdida de grasa).
- Reducción de la grasa hepática:
La suplementación con omega-3 ha mostrado efectos positivos en la reducción del contenido de grasa en el hígado, lo que podría contribuir a la mejora de la función hepática.
- Reducción de la lipogénesis de novo:
La lipogénesis de novo, es una vía metabólica en la que, a partir del exceso de los carbohidratos ingeridos en la dieta, se sintetiza grasa, y esta puede adherirse al hígado. El omega 3, puede reducir esta vía metabólica.
- Mejora del perfil lipídico:
Los omega-3 son conocidos por sus efectos beneficiosos sobre el perfil lipídico, incluyendo la reducción de los niveles de triglicéridos y la mejora de la relación entre colesterol LDL y HDL.
- Efectos antiinflamatorios:
Recordemos que la enfermedad del hígado graso es una enfermedad inflamatoria, por lo tanto, los ácidos grasos omega 3, pueden reducir marcadores de inflamación en nuestro cuerpo, contribuyendo al control de la enfermedad, evitando complicaciones y la progresión de la enfermedad.
- Reducción de infiltración de grasa en el hígado:
Ya que, el omega 3 contribuye a una mayor oxidación de grasa, y a una menor producción de esta, reduce también el riesgo de que la grasa pueda infiltrarse en las células del hígado (hígado graso).
- Modulan la microbiota intestinal:
El omega 3 puede mejorar la disbiosis (desequilibrio de la microbiota intestinal), ya que promueve que la microbiota tenga bacterias beneficiosas para el organismo, como los Lactobacillus, y reduce a los Bacteroidetes, que son microorganismos relacionados con el sobrepeso, la obesidad, y complicaciones del hígado graso.
Consideraciones y dosis recomendadas:
Es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación, especialmente en personas con condiciones médicas preexistentes o que estén tomando otros medicamentos. La dosis usual que se recomienda es de 1000 mg de omega 3 (EPA y DHA), sin omega 6 ni 9, y se recomienda el consumo con una comida fuerte durante el día para mejorar la absorción.
La suplementación con ácidos grasos omega-3 muestra un potencial prometedor en el tratamiento del hígado graso no alcohólico, respaldado por estudios recientes. Los ácidos grasos omega 3, brindan beneficios preventivos y también de control, para la enfermedad del hígado graso. Además, contribuye a disminuir factores de riesgo de otras enfermedades, que pueden ocasionarse si la enfermedad se complica, como las enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, en la mayoría de los casos, no se alcanza a cubrir el requerimiento del omega 3 mediante la alimentación, por lo tanto, en los pacientes con hígado graso, se recomienda la suplementación, para contribuir al control de la enfermedad, siempre y cuando, sea recomendado por un nutricionista o médico.
María Fernanda Argueta, Nutricionista
Centro de Nutrición Clínica
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Referencias bibliográficas
- Helen M. Parker, Nathan A. Johnson, Catriona A. Burdon, Jeffrey S. Cohn, Helen T. O’Connor. (abril 2012). Suplementación con omega-3 y enfermedad del hígado graso no alcohólico: una revisión sistemática y un metanálisis. Revista de Hepatología, Volumen 56, Número 4 , páginas 944-951. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0168827811007409
- Mara Sophie Vell, Kate Townsend Creasy, Eleonora Scorletti, Katharina Sophie Seeling, Leonida Hehl, Miriam Daphne Rendel, Kai Markus Schneider, Carolin Victoria Schneider. (18 de julio de 2023) La ingesta de omega-3 se asocia con la protección contra las enfermedades hepáticas Salud Pública y Nutrición. Volumen 11. https://www.frontiersin.org/journals/public-health/articles/10.3389/fpubh.2023.1192099/full#B5
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