Diabetes y ejercicio
La actividad física siempre ha sido considerada como un tratamiento no farmacológico para la diabetes, teniendo como objetivo el control de la glicemia y el mantenimiento de un peso saludable, no obstante, es de vital importancia que la actividad física vaya enfocada según el tipo de diabetes que presente el paciente, a continuación, se presentan algunas recomendaciones específicas para cada caso:
Diabetes tipo I
La diabetes tipo I es una enfermedad autoinmune, diagnosticada con mayor frecuencia en niños, adolescentes y adultos jóvenes. En este tipo de diabetes, ciertas células del páncreas producen poca o ninguna insulina, sin esta hormona, la glucosa no puede entrar a las células y se acumula en el torrente sanguíneo, por esta razón estos pacientes necesitan la insulina como tratamiento (insulinodependientes).
En el caso del ejercicio, hay ciertas consideraciones importantes:
- El paciente no debe inyectarse la insulina en ningún grupo muscular que vaya a utilizar en la actividad física.
- Tener una planificación de la hora en que se realiza la actividad física, preferiblemente a la misma hora de cada día.
- Evitar hacer ejercicio en los picos de acción máxima de la insulina.
- Adaptar el ejercicio a las horas de comida y a las horas de la acción de la insulina.
- Cuando se comienza a practicar un deporte conviene comenzar con sesiones cortas y suaves e ir aumentando intensidad y duración de manera paulatina tras observar la respuesta de cada persona.
- Es importante un automonitoreo de las glicemias del paciente, antes, durante y después del ejercicio, para poder consultar con el profesional de salud, las dosis de insulina y las cargas de carbohidrato necesarias en cada caso.
Diabetes tipo II
La diabetes tipo II es una enfermedad en la que los niveles de glucosa o azúcar en la sangre son demasiado altos, ya que el organismo no produce suficiente insulina o no la usa de forma adecuada. Luego, la glucosa permanece en la sangre y no ingresa lo suficiente a las células.
En pacientes con diabetes tipo II, el ejercicio es importante porque mejora los niveles de glucosa en sangre, aumenta la sensibilidad a la insulina, disminuye los lípidos en sangre y mejora los rangos de presión arterial.
El ejercicio ideal
Una sesión de ejercicio debe constar de unos 10 – 20 minutos de estiramiento y de fuerza muscular, 15 a 60 minutos de ejercicio aeróbico a una intensidad apropiada y de 5 a 10 minutos de ejercicio de baja intensidad al acabar la práctica deportiva.
Los deportes más recomendables son caminar, correr y montar en bicicleta, pero siempre hay que tener en cuenta el historial médico del paciente. Las personas con diabetes deben llevar un registro de entrenamiento y consultar siempre con su médico antes de realizar un ejercicio de forma continuada.
¿Qué precauciones tomar?
- Verificar la glicemia antes de la práctica deportiva:
Si es menor de 100 mg/dl, tomar algún alimento con carbohidrato de rápida absorción (fruta, galletas, bebidas energéticas) antes de hacer ejercicio
Si estás entre 100 y 150 mg/dl – 150 mg/dl, puedes hacer ejercicio sin riesgo.
Si es mayor de 250 mg/dl, deja el ejercicio para otro momento.
- Controlar la glucemia durante y después del ejercicio.
- Tomar un suplemento de hidratos de carbono durante ejercicios prolongados.
- Consumir líquidos -sobre todo agua- desde dos horas antes de empezar a ejercitarse y durante la práctica deportiva.
- Controla tu grado de deshidratación y la temperatura ambiente.
- Evitar realizar ejercicio si la glucemia capilar es >250 mg/dl y existen indicios de cetosis en la sangre y la orina, o si la glucemia es superior a 300 mg/dl aunque no haya signos de cetosis. Es preferible esperar a que la situación de descompensación haya desaparecido para empezar a hacer deporte.
- Si aparece algún síntoma de hipoglucemia antes, durante y después del deporte, debe tomarse una cantidad adicional de hidratos de carbono de absorción rápida (como son los zumos, por ejemplo).
- Es aconsejable conocer el comportamiento de la glucemia en relación con los diferentes tipos de ejercicio físico.
Un programa regular de ejercicio es fundamental para el control y la prevención de la diabetes, especialmente en aquellas personas con factores de riesgo, como lo son aquellos individuos con sobrepeso, presión arterial elevada y con antecedentes familiares de diabetes. También es importante seguir una dieta adecuada.
Recuerde que en CNC estamos para asesorarle y ayudarle a tener un control óptimo de su glicemia en sangre, y así pueda disfrutar de todos los beneficios de la actividad física de forma responsable.
Natalia Soto Villalobos, Nutricionista
Teléfono: 4001-7666
citas@cncsalud.com
Referencias
https://fundaciondelcorazon.com/ejercicio/59-para-enfermos/980-diabetes-y-ejercicio.html
https://www.fundaciondiabetes.org/upload/publicaciones_ficheros/10/Diabetes_deporte_jovenes.pdf
Etiquetas: diabetes, ejercicio, nutricion