Trastorno Por Restricción de la Ingesta de Alimentos (ARFID)
¿Ha escuchado hablar del trastorno por evitación o la restricción de la ingesta de alimentos? Es caracterizado como un trastorno de alimentos, es relativamente nuevo; consiste en comer muy poca comida o evitar ciertos tipos de alimentos.
El trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos comienza por regla general durante la infancia y puede parecerse inicialmente al modo de comer “quisquilloso” que es frecuente durante esta fase de la vida. Por ejemplo, los niños pueden negarse a comer ciertos alimentos o alimentos de un determinado color, consistencia u olor. Sin embargo, el modo de comer “quisquilloso” normalmente se da con pocos alimentos y los niños que son malos comedores, a diferencia de las personas con este trastorno, tienen un apetito normal, ingieren suficiente comida en general y crecen y se desarrollan normalmente.
Las personas con ingesta de alimentos evitativa/restrictiva pueden dejar de comer porque pierden interés en comer o porque piensan que comer tiene consecuencias perjudiciales. Pueden evitar ciertos alimentos a causa de su color, consistencia u olor.
Las personas con ARFID llegan a presentar deficiencias nutricionales, retraso en el crecimiento, problemas de aumento de peso, dificultades académicas por mala alimentación y en muchos casos conflictos para relaciones sociales.
¿Cuáles son algunos de los síntomas de ARFID?
- Presenta bajo peso.
- No come con tanta frecuencia como debería.
- Constantemente está irritado y llora con frecuencia.
- Tiene dificultad para defecar o siente dolor al hacerlo.
- Usualmente está cansado.
- Vomita con frecuencia.
- Carece de habilidades sociales apropiadas para su edad.
La ausencia de algunos alimentos podría provocar deficiencias por eso sería bueno que el médico complemente los estudios con pruebas de laboratorios.
¿Cuáles son las causas de ARFID?
No existe una causa determinada, pero se mencionan algunos factores de riesgo más determinantes:
- Ser hombre.
- Tener menos de 13 años.
- Tener síntomas gastrointestinales como acidez y estreñimiento.
- Presentar alergias alimentarias.
- Dificultad de aumento de peso asociada a problemas digestivos.
- Si el niño(a) tiene miedo o está estresado por algo.
- Si el niño(a) tiene miedo de comer debido a un incidente traumático del pasado como asfixia o vómitos intensos.
- Mal trato por parte de sus padres o cuidador.
¿Cómo se diagnostica?
- Evaluación médica.
- Cuestionarios para detectar trastornos físicos.
- Valoración de la presencia de otros trastornos mentales.
- Los médicos sospechan la existencia de un trastorno evitativo/restrictivo en la ingesta de alimentos en personas que evitan comer o comen muy poco.
- Pérdida de peso significativa.
- En el caso de niños(as) crecimiento no acorde a su edad o estatura.
- Deficiencias nutricionales.
- Gran dificultad para participar en actividades sociales normales e interactuar con otras personas.
- No existen indicios de una imagen distorsionada del cuerpo.
Tratamiento
En casos más severos se requiere hospitalización del paciente e incluso muchas veces hasta requieren alimentación por sonda.
En la mayoría de los casos los síntomas se determinan antes y eso permite llevar un tratamiento oportuno, se suele realizar una terapia cognitivo-conductual para ayudarles a aprender a comer con normalidad y a que se sientan menos ansiosos con lo que comen. Por supuesto el acompañamiento médico y nutricional es vital para guiar al paciente a alcanzar un peso saludable.
Dra. Angie Ramírez, Nutricionista
Centro de Nutrición Clínica
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