Cómo la Dieta Puede Cambiar tu ADN
“Eres lo que comes”, la famosa frase de muchos nutricionistas, parece que esto se torna cada vez más cierto, un estudio realizado por Nestlé estudió como la dieta y el estilo de vida puede tener un impacto epigenético en la salud individual.
La epigenética es el estudio de cómo las diferentes señales biológicas y ambientales afectan la expresión génica.
La dieta de una persona es una fuente importante de señales epigenéticas, y los científicos han investigado cómo los hábitos alimenticios modifican la expresión génica en adultos y sus descendientes.
La epigenética afecta la diferenciación celular y da forma a la función de las células a largo plazo. Estudios epidemiológicos muestran cómo ciertas exposiciones han moldeado la salud de poblaciones específicas a lo largo del tiempo, particularmente entre la madre y el niño.
Un ejemplo de esto fue en el año 1944, una hambruna azotó el oeste de los Países Bajos, obligando a las madres embarazadas, a vivir entre 400 y 800 calorías por día. Más tarde estudiaron a los bebés concebidos y encontraron tasas elevadas de obesidad, perfiles lipídicos alterados y enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
En el 2015, EpiGen y el Centro de Investigación Nestlé publicaron que los investigadores descubrieron que la dinámica del microbiota intestinal infantil puede influir en la grasa corporal de un sujeto más adelante en la vida.
Así como también estudios en animales demostraron como los ratones genéticamente idénticos que consumieron una dieta alta en grasas tenían más probabilidades de producir descendencia obesa con intolerancia a la glucosa. Y se reveló que las ratas embarazadas desnutridas tenían crías con intolerancia a la glucosa y problemas pancreáticos
No hay duda de que ajustar la nutrición al comienzo del embarazo, o incluso antes de concebir, podría ayudar a detener o ralentizar estos procesos.
En conclusión, junto con la dieta, el ejercicio, el ambiente y el estado de ánimo pueden afectar la expresión genética, incluso los traumas emocionales pueden transmitirse a las generaciones posteriores a través de la herencia epigenética.
Por lo tanto, es de suma importancia cuidar la alimentación y tener un estilo de vida saludable ya que esto tiene repercusiones a nivel de salud individual y de nuestra descendencia.
Dra. Marie Paz Segura, Nutricionista
Centro de Nutrición Clínica
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