Mala Alimentación y Microbiota
Investigaciones recientes nos arrojan datos sobre la relación entre la dieta, las bacterias intestinales y la inflamación intestinal. El consumo excesivo de comida rápida, azúcares y productos de origen animal tiene una relación en el aumento de especies bacterianas proinflamatorias. Sabemos que una dieta a base de azúcar, grasa y alimentos procesados no es del todo saludable. Las investigaciones también descubrieron cómo las alteraciones en nuestra microbiata intestinal puede contribuir a la respuesta inflamatoria y a la enfermedad sistémica, todo esto gracias al vínculo que tienen las bacterias intestinales con la contribución de la inflamación.
Dentro de los estudios, se realizaron pruebas de heces en 550 personas que padecían enfermedad inflamatoria intestinal o síndrome de colon irritable, el cual llenaron un cuestionario dietético y se encontró que las personas que consumían mayormente los alimentos procesados y los alimentos de origen animal tenían una mayor abundancia de Firmicutes, especies de Ruminococcus del género Blautia y vías de síntesis de endotoxina, contrario a los que tenían una dieta alta en vegetales y ácidos grasos de cadena corta. Estas asociaciones entre la dieta y los grupos bacterianos sugieren que una alimentación saludable promueve mayores volúmenes de bacterias antiinflamatorias que puede ayudar a reducir o mitigar la inflamación intestinal y el síndrome de colon irritable.
Estos estudios nos indican además que una dieta alta en carne procesada, azúcares y comida rápida, aumentan el volumen de Ruminococcus gnavus, Akkermansia muciniphila y proteobacteria, estas son las bacterias encargadas de dañar la capa de la mucosa del intestino especialmente cuando hay deficiencias de fibra en la alimentación.
Los investigadores no afirman si las intervenciones dietéticas a corto plazo pueden alterar directamente estas poblaciones de bacterias intestinales, se necesitarán más estudios para comprender las relaciones a largo plazo entre la alimentación y el microbioma, principalmente en personas con inflamación intestinal aguda.
La conclusión final es la sugerencia de mecanismos antiinflamatorios mediados por bacterias intestinales pueden minimizarse al limitar la ingesta de productos de origen animal, azúcar, alimentos procesados y bebidas alcohólicas, en cambio una alimentación que se centre en el consumo de proteínas de origen vegetal, vegetales, frutas, nueces, pescados y lácteos bajos en grasa, brindan efectos antiinflamatorios que promueve el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas.
Dra. Silvia Umaña Vargas, Nutricionista
Centro de Nutrición Clínica
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